SEMBRANDO AMOR Y CONCIENCIA

sábado, 21 de noviembre de 2009

LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DEL NIÑO


PLAN LECTOR, PLIEGOS DE LECTURA

DERECHOS DEL NIÑO RESPECTO A SU MAESTRO

Danilo Sánchez Lihón

Artículo 1

El niño
tiene derecho a no ingresar
ni permanecer
en un salón de clases si este
no está
debidamente pintado, relucido
y decorado
con extraordinaria hermosura:
las paredes
luciendo láminas que recreen
diversos
pasajes del arte y las ciencias;
que cuelguen
de los techos móviles, y figuren
en las ventanas
arlequines, alegorías, quimeras
en la actitud
de lanzarse al espacio sideral.
Cada aula
ha de ser una torre, un velamen,
un submarino,
un aerolito y una nave espacial.

Artículo 2

Tiene
derecho a pedirle a su maestro
que le brillen
los ojos, que su mirada se ilumine
de entusiasmo,
que sonría incluso frente al duda
y las adversidades;
que estire los brazos hacia lo alto
y haga
vivas a la vida, que moje sus pies
en la lluvia,
nade en el río, se hunda en el mar.
Declame
frente a sus discípulos, y en todo
sea un héroe,
que salte y al saltar toque arriba,
muy arriba, y
con sus manos desgrane algunas
estrellas.

Artículo 3

Tiene
derecho a elegir a su profesor
de acuerdo
a un currículo vitae mínimo: que
allí conste
que, al igual que él, desaprobó
en matemáticas
y gramática, que fue expulsado
de clases por
escribir poemas y cartas furtivas
a su compañera
de ojos almendrados, que falló
un penal
en un partido decisivo, se aficionó
a un libro
prohibido y a partir de allí cambió
su vida.

Artículo 4

Tiene
derecho a empinarse, subir hasta
su pecho,
recostar su oído para oír extasiado
escuchando
el pálpito de su corazón. A tomarle
el pulso,
medir con un reloj el flujo, el ritmo
y compás
de la sangre de su maestro porque
igual a
cómo le impone ideas en su mente
tiene que
saber y aceptar que ha de oírle y
sentirle
cómo late, por dónde se encamina
cuándo
llora y se alegra el corazón de
quien es
su querido y venerado profesor.

Artículo 5

Tiene
derecho a pedirle que ría, hable
y evoque
su tierra natal; que puede pasar
la hora
hablando de padres, hermanos
y abuelos;
contar sus amores de adolescente
y, si quiere,
suspirar. Que así como lo conoce
despierto
pueda verlo dormido, auscultarle
los sueños,
palparle los rasgos del semblante,
ver si
dormido sigue siendo un hombre
bueno,
si en su frente no han muerto aún,
y siguen
vivas sus ilusiones, sus utopías
y las ganas
ineludibles de cambiar el mundo
para siempre.

Artículo 6

Tiene
derecho a que su profesor
posea
un repertorio vasto e inagotable
de cuentos:
de humor, de horror y prodigio.
Y narre
bellas e inacabables historias
de amor.
Que funja de eximio narrador
de cuentos.
Y nunca jamás se deje atrapar
por la vieja
rutina, esa hechicera que suele
deambular
arrastrando su luenga túnica
de espanto
horror y miseria por las aulas.

Artículo 7

Tiene
derecho a que su profesor
se quede
mirando largo tiempo la vida
que discurre
pletórica por la calle, al pie y
al otro lado
de la ventana. Y cada vez
que se
atreva a decir que el mundo
de ayer era
mejor que el de este instante
se quede allí
de veras sancionado, muerto
de frío,
penado. O bien de espaldas
mirando
fijo y congelado a la pared
inerte.

Artículo 8

Tiene
derecho a que su profesor
se pelee
con quien sea, porque cree
en él.
Sí, en su alumno. Y refrenda
que llegará
alto muy alto, así como lejos
muy lejos,
mereciendo todos los veintes
del universo,
sólo que mejor ahora disimular
a fin
que la vida vaya mostrando
poco
a poco sus gratas y afables
sorpresas.

Artículo 9

Tiene
derecho a que el Calendario
Cívico
rinda culto al espantapájaros,
al libro
y al viento. Que celebre el día
de la mirada,
la cometa y el fulgente arco iris.
También
haya día del abrazo, del trompo
y la bicicleta,
de las olas del mar, de la lluvia
y las montañas.
que el maestro sea malabarista,
titiritero,
cómico ambulante, prestidigitador
y hasta
payaso a fin de matar las tardes
de tedio.

Artículo 10

Tiene
derecho a que su profesor
sepa imitar
el canto de las aves; que diga:
“Vamos
al bosque a conocer los animales.
Y no
vamos a conocer los animales
del bosque”.
Que enseñe de aves, de orugas
y peces,
de prados verdecidos y cataratas
resonantes,
pero delante de esos prodigios.
Que sepa
tocar charango, volar cometas,
fabricar y
saborear irreprimible manjares
y helados.

Artículo 11

El niño
tiene derecho a abrazarse
a su profesor,
si se le viene en gana: dormir
en su casa,
con la colaboración de la esposa
e hijos,
que han de cursarle una invitación.
Esto a fin
de saber cómo vive y quererlo
más aún;
que él lo cargue en sus hombros
y aquel
se duerma en sus brazos.

Artículo 12

Tiene
derecho total a que el maestro
no diga
que el trabajo de su compañero
es mejor
que el propio. Que el antipático
del salón,
que no juega, habla ni hace bulla,
y que solo
estudia, es el único que en esta
vida
tiene asegurado y fácil el porvenir
y los otros no.
Tampoco que nadie juega mejor
la pelota
que el vivo del salón. ¡No ofender
por favor!
Todos tienen derecho a jugar y
a meter goles.

Artículo 13

Tiene
derecho a que no se sancione
a ningún niño
por hacer caricaturas al profesor,
ni menos
por imitaciones y nada por hacerle
remedos
ni mucho menos por ponerle motes
o apodos.
Al contrario, hágase un concurso
y se premiará
la mejor caricatura, el mejor remedo
y el mejor
sobrenombre que se haya puesto.
Todo ello
será en un festival de participación
múltiple,
plural, solidario, alegre y creativo.

Artículo 14

Tiene
derecho a que si quiere
jugar
con el profesor éste deponga
todo y
atienda ese hondo y edificante
deseo.
A pedir que el profesor junto
al niño
se den uno o más volantines,
se paren
de cabeza, se miren a los ojos
y rompan
a reír a grandes carcajadas.

Artículo 15

El niño
tiene derecho a que el profesor
más
que respuestas a las preguntas
aprecie
dilemas sin refutaciones posibles.
Que el profesor
confíe en descubrir junto al niño
la solución
a los enigma espinosos de la vida.
Que
el profesor cancele un examen
si el niño
manifiesta que está escuchando
el trino
del gorrión en el tejado, el rumor
de una fuente
o el lento y maravilloso abrirse
de una flor.

Artículo 16

Si
el profesor persiste en tomar
el examen
el niño tiene derecho a idear
e ilusionarse
que al profesor ha de caerle
una teja
en plena cabeza e irá a parar
al hospital.
Que al comer ha de atorarse.
Pisar
la cáscara de un plátano, irse
de bruces,
resbalar, caer, pegarse y ahí
romperse
la columna vertebral. Recibir
un portazo
en la cara, saltándosele
los dientes.

Artículo 17

Tiene
derecho a que su profesor
sea
su cómplice. A confiar en él.
A ser
el cofre que guarde sus alas
y secretos.
Que, si se da el caso, sea él
quien
ande mil leguas a fin de portar
la carta que
soluciona un arduo problema
y que el niño
solo ha confiado en él para
resolverlo.

Artículo 18

Tiene
derecho que del vocabulario
del profesor
queden eliminadas palabras
como:
obligatorio, es norma, código
de conducta,
castigo, institución educativa,
examen.
En cambio, sean habituales
en su boca:
campiña, arco iris, naranjas,
manantial,
espiga, mar, azúcar. ¡Amor!
El niño
tiene derecho a que no se
demore
un solo minuto en sonar
la campana
para regresar a casa.

Artículo 19

Tiene
derecho a que su profesor
jure,
¡y que se vaya al infierno si
en esto
perjura! que hay la absoluta,
la férrea
e inconmovible esperanza
que todo
saldrá bien, muy pero muy
muy bien.
Que cumpliremos con hacer
el país
digno y glorioso que el destino
nos tiene
asignado forjar y construir
aquí
y ahora de manera definitiva.
Y que esa
es nuestra más alta y sublime
misión.

Artículo 20

(Escribe tú amable y gentil lector,
o lectora,
el Artículo 20 de esta apremiante
Declaración)

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Flor de retama: 40 años

Rodrigo Montoya Rojas

Se cumplen 40 años de vida, de plena vida, del wayno “Flor de retama”, del profesor Ricardo Dolorier. En Huanta como en Ayacucho los campesinos e indígenas quechuas salieron a las calles a protestar porque la gratuidad de la enseñanza estaba amenazada por el gobierno del general Velazco Alvarado. Profesoras y profesores, se plegaron a la marcha, de las manos con sus estudiantes. Pedían y exigían que la educación no dejara de ser un bien común. Sólo tenían la fuerza de sus corazones y voces para cantar y protestar. Fueron recibidos por los sinchis, policías especialistas en reprimir y matar, en cumplir órdenes y en callar. Con la sangre del pueblo se tiñeron de rojo las retamas que amarillaban en las plazuelas de Huanta.

La larga vida de esta canción es fruto de su sencillez, de su melodía feliz y de sus retamas que amarillan nuestro mundo andino. No es un discurso sobre la revolución, de esos que abundan, sin poesía, sin fuerza, sin alma; es sólo un testimonio hermoso de un momento, de una situación límite en la que los seres humanos multiplicamos nuestra capacidad de soñar y sentir. Tiene el ritmo de un wayno bien hecho, de esos que se pegan a nuestros oídos y anidan para siempre en nuestra memoria, sin esfuerzo ni repetición. Tiene también el encanto de la retama, sinónimo de color y vida, que crece libre todo el año donde hay un poco de agua y mucha luz. La trajeron de Europa, pero aquí se multiplicó en bosques y bosques, en todos los valles interandinos, y es parte de nosotros, tanto como la flor del qantu o el waylla ischu, la cantuta o el ichu tierno.

Mientras en algún punto de Perú se repitan los abusos de opresores con nuevos nombres sobre el pueblo que sale a las calles a exigir sus derechos, seguiremos cantando ¨Flor de retama¨. Si los abusos se acabasen -digo, en un decir- en centenares de plazuelas y miles de bosque las retamas amarillarán y seguiremos cantando sus versos. El viernes 6 de noviembre último, la fiesta de la canción ayacuchana y el homenaje a Ricardo Dolorier en el Parque de Lima, fue un hermoso espectáculo, lleno de sentimiento y alegría, de gratitud y admiración, de amistad y complicidad, también de amor y esperanza. Nada pudo el frío limeño de cielo abierto hasta el borde de la media noche con el calor y dulzura de La flor de retama, cantada y bailada por todas y todos, con las manos apretadas.

TOMADO DE:
http://www.diariolaprimeraperu.com/online/columnistas/flor-de-retama-40-anos_50899.html

sábado, 14 de noviembre de 2009

La poesía es un acto vital

Monasterio de palabras de Yulino Dávila, militante de Hora Zero que se presentará el 1 de diciembre en Café Bar La Habana. Habla un poeta radicado 33 años fuera del Perú.

-¿Te expresas mejor cuando pintas o cuando escribes?
-Cuando pinto y cuando escribo. Para mí es lo mismo, es una necesidad vital.

-Pero el lenguaje es diferente.
-Sí, ambos tienen su campo propio y los he cultivado desde la adolescencia. La poesía exige más porque se trata de palabras. El lenguaje del dibujo también está lleno de poesía.

-¿Cuál es razón por la que escribes?
-No sabría vivir sin escribir, es una razón vital. Escribir es como respirar.

-¿Puedes explicar un poco más esa afirmación?
-No, no sé. Muchas veces he tratado de explicar por qué escribo. Nunca he podido hallar una respuesta. Yo creo que sencillamente es como respirar. Desde adolescente traté de saber por qué escribo, ahora escribo porque es una necesidad, es esencial e irrenunciable.

-¿Y dibujar es también respirar?
-Sí, sí, dibujar es casi automático. La poesía está llena de imágenes, de paisajes humanos. Eso mismo ocurre en el dibujo, tiene que alimentarse de lirismo, de poesía fina, inmediata.

-¿Cómo se escribe un poema?
-Primero aparece una idea y una palabra llama a otra. Como soy un lector empedernido, resulta que aparece una imagen y luego otra. Es el registro de la vivencia humana, la sucesión de imágenes que se debe plasmar con palabras.

-¿Cómo te ubicas en la literatura peruana?
-Hace 33 años que vivo afuera, entonces poco se me conoce. Aunque he publicado aquí libros.

-¿Crees que la crítica tenga contigo una deuda?
-No creo, es cuestión de presencia, hay mucha gente que vive aquí y tiene menos recepción que yo.

-¿Qué quisieras que se dijera de ti como poeta?
-No sé si estaré haciendo mi labor. Bueno, yo creo que estoy bien porque también tengo algo que decir.

-¿Qué labores culturales vas a cumplir en Lima?
-Vine para la presentación del libro de Hora Zero y hacer dos exposiciones, una se desarrolla en el Cine Club de Barranco. El día 18 en el Café Bar La Habana, se inaugurará otra exposición de pintura con técnica mixta. El día 25 aparecerá mi libro Monasterio de palabras. Después volveré a tomar el camino para tratar de volver varias veces al Perú, ese sentimiento me llena de vida y esperanzas.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

César Hildebrandt: La palabra del muro

Alguna vez, cuando Willy Brandt era Canciller, yo también crucé el muro de Berlín.

En el checkpoint Charlie, el más importante de los tres pasos que comunicaban los dos Berlín, crucé el control erizado de cemento y guardias a bordo de un ómnibus que, de inmediato, cambió de tripulación: tanto el chofer como la guía –más que una guía, un cuadro político escogido entre las mujeres más guapas del sector oriental- pertenecían a la República Democrática Alemana, el nombre oficial de aquel país miembro del Pacto de Varsovia cuya capital era esa ciudad dividida. Esa ciudad donde había estado a punto de estallar la tercera guerra mundial.

Nos llevaron por todo Berlín comunista, que no era feo ni lúgubre como dicen algunos de oídas sino austero y lleno de espacios públicos enormes, y la guía, en voz alta, iba diciéndonos: a la izquierda tienen ustedes la Alexanderplatz, este es el Karl Marx Allee, aquí tienen la Friedrichstrasse.

Después pudimos pasear libremente y dispersarnos por donde quisiéramos –a una hora señalada el bus vendría a recogernos en un sitio convenido-.

Al final de mi breve recorrido llegué a un hotel llamado Berolina, donde tomé un café. En una sala de lectura contigua uno podía encontrar, en veinte idiomas distintos, el folleto con la última entrevista del líder comunista Erick Honecker, que había reemplazado al ortodoxo Walter Ulbricht.

Berlín oriental no era lúgubre sino aburrido. Y el Estado policiaco tenía una presencia mucho menos grosera que en otros países de la órbita socialista. La RDA era, en todo caso, la economía menos artificial de los países del CAME y se destacaba en la industria óptica y en la elaboración de algunos textiles sintéticos.

A pocos metros del muro, en el sector occidental, en las cercanías de la Puerta de Brandenburgo y mirando justo al sector soviético donde estaba el checkpoint Charlie, se erguía el gigantesco edificio levantado por el zar de la prensa germano-occidental Axel Springer.

Allí estuve, en su último piso –donde tenía su sede el Club de la Prensa- y poco después asistí al espectáculo que más irritaba a los dirigentes de la RDA: un letrero electrónico, erguido en la azotea de aquel coloso, donde discurrían sin cesar las noticias que la prensa controlada del Berlín Oriental no publicaba. Era el periódico gratuito y subversivo que el dueño de Die Welt y Bild había creado como aporte a la guerra fría.

Se dice que al comunismo lo mató la economía. Puede ser. Pero yo tengo la indemostrable teoría de que su derrota mayor fue la censura. Cuando en una sociedad la verdad no se puede decir algo muy malo tiene que estar pasando.

Y la censura era hija del miedo. El miedo de la jerarquía comunista a que la democracia popular que decían haber construido se hiciera de veras democracia y de veras popular.

¿Una república de obreros donde los obreros no podían protestar?

¿Un país antifascista donde la Stasi era una Gestapo leninista?

¿Una democracia popular donde las huelgas eran consideradas traición a la patria?

Recuerdo que en la cancillería alemana pregunté si se había dejado de pensar en la por entonces remotísima, inimaginable reunificación alemana.

-Los alemanes jamás dejaremos de pensar que la reunificación es nuestro destino –fue la respuesta.

Dieciocho años más tarde de pronunciadas aquellas palabras, el muro cayó.

Y la RDA murió en olor de multitud. Multitud que no lloraba sino que festejaba. La madrastra con cara de Stalin se había ido de este mundo sin tiros ni masacres.

Pero ahora que todos celebran los 20 años de la caída del muro de Berlín habría que recordar que si hubo RDA y muro y Pacto de Varsovia fue porque Hitler, apoyado por todos los empresarios alemanes y buena parte de los de “Occidente”, quiso destruir el mundo que quedó después del Tratado de Versalles –paz idiota impuesta tras una guerra también avalada por las derechas mundiales-.

Y también habría que recordar que si el socialismo degenerado cayó sin balas ni lamentos, eso no quiere decir que el mundo haya mejorado para las vastas repúblicas del hambre y la exclusión en África, Asia y América Latina.

El mundo no es más justo después de la caída del muro. Una Europa acrecentada y federativa no es algo que concierna a los pobres del planeta. Es algo que blinda, aún más, el egoísmo europeo.

Celebremos la caída del muro de Berlín. Pero no pretendamos decir que la historia ha terminado y que las grandes cuestiones de la economía, la energía, el calentamiento global y la brutal asimetría del comercio mundial ya están en vías de solución.

Recordemos también que hay muros como el de Cisjordania, que está pensado para tener no los 45 kilómetros que tuvo el de Berlín sino los 721 kilómetros de su diseño original.

Un muro levantado para separar a los palestinos de su propia tierra y para consolidar, desde el hormigón armado, las urbanizaciones ilegales del estado de Israel en tierras de conquista.

La hipocresía mayor de los últimos años es ver a la derecha europea denostando los muros de la vergüenza y avalando la política criminal de los Estados Unidos en el medio oriente.

Porque habrá caído el muro de Berlín pero los pobres del mundo siguen estando contra la pared.

TOMADO DE:

Alas Peruanas busca tapar lazos con fujimontesinismo

DETALLES
Según fuentes parlamentarias consultadas por este diario, Alas Peruanas tiene como verdadero promotor a Vladimiro Montesinos y actualmente estaría efectuando un gran lavado de dinero procedente de la corrupción fujimontesinista, y por ello necesita blindarse.

Alas Peruanas nació como un instituto de los suboficiales de la Fuerza Aérea del Perú en 1996, justo cuando la dictadura de Alberto Fujimori expide el Decreto Legislativo Nº 882 de Inversión Privada en la educación peruana, que crea el modelo de la “Universidad Empresa”, modificando la estructura jurídica de cómo crear universidades, pues hasta entonces todas las casas de estudios superiores eran creadas por una Ley expedida por el Congreso y no debían tener fines de lucro.


Detrás de los viajes al extranjero pagados a magistrados supremos y congresistas, lo que realmente puede estar buscando Fidel Ramírez Prado, el rector de la Universidad Alas Peruanas, es blindarse por todos lados para no perder la administración de esta casa de estudios, puesto que corre el riesgo de ser intervenida en cualquier momento porque diversas investigaciones están siguiendo el hilo de sus vínculos con el fujimontesinismo. Este blindaje de altos funcionarios permite ahora que Alas Peruanas funcione sin ningún contratiempo.

LA PRIMERA tuvo acceso a una sentencia del año 2000, emitida por la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público, un colegiado que estuvo integrado por magistrados acusados, y algunos de ellos sentenciados, por formar parte de la red corrupta de Vladimiro Montesinos. La sentencia autoriza a Alas Peruanas a abrir filiales en todo el país y expandir sus negocios a diversos rubros, contraviniendo el artículo 5 de la Ley Universitaria Nº 23733 que prohíbe la creación de nuevas filiales de universidades públicas y privadas salvo que sea en el departamento de su sede principal.

Asimismo, la Ley Nº 28564 remarca la prohibición de crear filiales de las universidades, pero la Universidad Alas Peruanas, en procesos de Acción de Amparo, con la complicidad de la Asamblea Nacional de Rectores, que no planteó los recursos de apelación, logró ganar juicios, como el seguido el año 2007 por terceros contra el administrador de la filial de Alas Peruanas en Abancay, Bernardino Sierra Álvarez. Es así que actualmente es la única universidad que tiene carta blanca para abrir filiales en provincias, lo cual desnaturaliza los fines académicos de la universidad para convertirla en un negocio lucrativo que ofrece atenciones con oscuros fines a altos funcionarios y congresistas.

Los vocales que le dieron una mano a Ramírez Prado con la sentencia del 2000 fueron Felipe Barrera Guadalupe, Robinson Gonzales Campos y Sixto Muñoz Sarmiento, quien luego fue condenado a seis años de prisión porque, a cambio de dinero, benefició a la empresa chilena Lucchetti para que opere en los Pantanos de Villa, mientras Arturo Chocano Polanco fue el único que voto en contra.

En tanto, en la Comisión de Educación del Congreso, varios parlamentarios apristas encabezados por Mercedes Cabanillas, Edgar Núñez y Wilder Calderón tienen una relación directa con la defensa de los intereses de la Universidad Alas Peruanas, sobre todo en temas de fiscalización y diferentes iniciativas legislativas favorables a la referida universidad. Asimismo, Alas Peruanas, en su afán de convertirse en intocable, también ha realizado foros, almuerzos, fiestas y otros eventos para el Ministerio Público y el Consejo Nacional de la Magistratura, el mismo que investiga a los vocales supremos Francisco Távara y Jorge Solís.

También ha llenado de atenciones a alcaldes y hasta ministros de Estado, todas ellas dirigidas a blindar los intereses económicos de Ramírez Prado, quien dirige la única universidad peruana que cuenta con avión propio.

Caso especial es el del congresista aprista Edgar Núñez, quien ha viajado gracias a Alas Peruanas a París, Estados Unidos e Israel, supuestamente para visitar universidades de esos países. Núñez, es vicerrector de la filial de esta universidad en Ica, y hace dos meses ha sido denunciado por el Colegio de Periodistas de Ica por el funcionamiento ilegal de ese local. La denuncia ingresó hace tres meses en la Comisión de Ética Parlamentaria y en la Comisión de Educación del Congreso, pero sigue encarpetada por Martha Hildebrandt, titular de ese grupo de trabajo.

Marcelo Puelles
Redacción

TOMADO DE:
http://www.diariolaprimeraperu.com/online/noticia.php?IDnoticia=50263