SEMBRANDO AMOR Y CONCIENCIA

lunes, 20 de abril de 2009

POESÍA ECOLÓGICA: Existe pero… ¿dónde está?

Durante el XIII Festival Internacional de Poesía realizado del 26 al 31 de mayo de 2008 en La Habana, Cuba, se discutió sobre la importancia de impulsar y reivindicar la poesía de las lenguas originarias y la poesía asiática.

Mediante la Declaración de la Habana, los diversos poetas del mundo coincidieron en solidarizarse “con las justas reivindicaciones de los pueblos originarios por legitimar su derecho inalienable a los territorios en los que han vivido durante siglos…”.

Consideraron imprescindible la creación de una sensibilidad planetaria sobre la preservación de la naturaleza que “no sólo son el escenario de la vida sino parte inseparable de los destinos de la especie humana”.

Este llamado no solo insta a los poetas del mundo a sensibilizar a los hombres sobre la grave crisis ecológica en que nos encontramos, sino reivindica a los poetas indígenas, ocultos por no tener una poesía comercial. Ocultos pero con sensibilidad ecológica madura.

La poesía ecológica está viva y ya no es una adolescente, tiene dignos representantes y un público creciente. Por mucho tiempo estuvo opacada por la poesía social, pero hoy, la misma naturaleza lo prologa y la publicita porque encuentra en ella una voz directa y fuerte.

Esta Declaración de la Habana no debe pasar desapercibida por ningún poeta, porque ellos tiene la posibilidad de “cantar la belleza del mundo y crear conciencia sobre los peligros que acechan a la humanidad y deben poner sus palabras al servicio de los más nobles sueños del hombre” y de la naturaleza.

POEMAS

Pachamama: madre naturaleza
Gladys de Bernett
(Panamá)

El mar, mar de otras aguas se extiende con nuestro dedo índice para señalar que son otras las orillas. Orillas doradas. La tierra se estremece y vomita sangre, sangre que arrojaron duros golpes y en la casa vieja el viento acaricia el agua de la “quebrada” con tormentas atormentadas que azotan con látigos de verdugos la playa y sus amaneceres.

Encajes de vientres azules y aguas saladas que permitieron, alguna vez, sentarnos en aquel el sol que pintamos en nuestra infancia querida. Ahora, vivimos en casas destruidas con luces moradas, con agujeros de plata que acechan las ventolinas como bellas serenatas en donde las telarañas de nuestras casas bonitas se borran en lontananza cuando la noche cae.

Siento luces en mi mente y en mi rostro oscuridad: vericuetos y rodeos y deseos de regresar y buscar la paz que tanto ansío y los recuerdos que tanto amo.

Desierta estamos Pachamamay acompañadas de música cantamos con nostalgia que oscurecen nuestras miradas sombrías y se borrar los colores que salpican nuestra alma de dolor, de llanto globalizado… Pachamama, Madre naturaleza, ¿por qué, por qué nos castigas tanto?

PLANETA VERDE
Rubén Sada

Planeta verde es el que cuida al medio ambiente
para que en un futuro en la Tierra viva gente.
Hoy la toma de conciencia es algo urgente
porque el planeta sufre injustamente.

Planeta verde es el que tú te mereces.
Planeta verde el que tus hijos quieren.
Planeta verde el que hace que desees
estar vivo con la fe que te sostiene.

Planeta verde para pájaros y peces.
Bosques verdes, los disfrutarás con creces.
Planeta verde, selva virgen y agreste.
Orbe que deleita a mis ojos celestes.

Planeta verde es el que te prometen
mientras sus conciencias nunca les remuerden.
Pues las grandes corporaciones prefieren
ganar dólares que también son verdes.

Planeta verde libre de contaminación y peste,
de Norte a Sur, y de Este a Oeste.
Uno en el que el pan nazca de su simiente,
y del verde la humanidad se alimente.

Un mundo real, no el de Julio Verne,
uno del que mis hijos no se avergüencen al verme.
Uno que no lo arruinen avaros delincuentes,
y en el que la vida con la ecología, concuerden.

Planeta verde, de ti también depende,
para que las generaciones futuras te recuerden.
Después de todo, la esperanza puede que sea verde
y ella es lo último que se pierde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario