SEMBRANDO AMOR Y CONCIENCIA

lunes, 20 de abril de 2009

POETA: Federico García Lorca

(Fuente Vaqueros, 5 de junio de 1898 – entre Víznar y Alfacar, 18 de agosto de 1936)

Fue un poeta, dramaturgo y prosista español, también conocido por su destreza en muchas otras artes. Adscrito a la llamada Generación del 27, es el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX. Como dramaturgo, se le considera una de las cimas del teatro español del siglo XX, junto con Valle-Inclán y Buero Vallejo.

En 1933 Colombia y México, cuyos embajadores previeron que el poeta pudiera ser víctima de un atentado debido a su puesto de funcionario de la República, le ofrecieron el exilio, pero Lorca rechazó las ofertas y se dirigió a su casa en Granada para pasar el verano.

En esos momentos políticos alguien le preguntó sobre su preferencia política y él manifestó que se sentía a su vez católico, comunista, anarquista, libertario, tradicionalista y monárquico. De hecho nunca se afilió a ninguna de las facciones políticas y jamás discriminó o se distanció de ninguno de sus amigos, por ninguna cuestión política. Se sentía, como él lo dijo en una entrevista al Sol de Madrid poco antes de su asesinato, íntegramente español.

Tras una denuncia anónima, el 16 de agosto de 1936 fue detenido en la casa de uno de sus amigos. Nos referimos al también poeta Luis Rosales, quien obtuvo la promesa de «las autoridades» nacionalistas de que sería puesto en libertad «si no existía denuncia en su contra». La orden de ejecución fue dada por el gobernador civil de Granada, José Valdés Guzmán, quien había ordenado al ex diputado de la CEDA, Ramón Ruiz Alonso, la detención del poeta. Valdés contaba con el visto bueno del general Queipo de Llano, a quien se consultó sobre qué hacer con García Lorca.

Las últimas investigaciones, como la de Manuel Titos Martínez, determinan que fue fusilado la madrugada del 18 de agosto de 1936, seguramente por cuestiones territoriales, ya que algunos caciques, muy conservadores, tenían rencor al padre de Lorca porque era un cacique progresista. En una entrevista al diario El Sol había declarado que «en Granada se agita la peor burguesía de España», y eso fue su sentencia de muerte. Federico García Lorca fue asesinado en el camino que va de Víznar a Alfacar, y su cuerpo permanece enterrado en una fosa común anónima en algún lugar de esos parajes con los cadáveres de dos banderilleros y un maestro nacional, ejecutados con él.

Poesía:

Libro de Poemas (1921)
Canciones (1921 - 1924)
Romancero gitano (1924 - 1927)
Poeta en Nueva York (1929 - 1930)
Cantares populares

Teatro:

El maleficio de la mariposa (1919)
Los títeres de Cachiporra. Tragicomedia de Don Cristobal y la señá Rosita.
La zapatera prodigiosa (1930)
Así que pasen cinco años (1931)
Bodas de sangre (1933)
Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores (1935)

LA COGIDA Y LA MUERTE

A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.

El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.
Comenzaron los sones de bordón
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.
En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.
¡Y el toro solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.
Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde
cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
A las cinco en Punto de la tarde.

Un ataúd con ruedas es la cama
a las cinco de la tarde.
Huesos y flautas suenan en su oído
a las cinco de la tarde.
El toro ya mugía por su frente
a las cinco de la tarde.
El cuarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde.
A lo lejos ya viene la gangrena
a las cinco de la tarde.
Trompa de lirio por las verdes ingles
a las cinco de la tarde.
Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde,
y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
¡Ay, qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!

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